Con un dulcito la vida es más sabrosa, regálate un ratito con sabor.
Desde pequeño vi cómo mi mamá nos hacía los postres para nuestras meriendas, de ella aprendí varias recetas y técnicas únicas. Luego conocí a mi esposa y ella vendía postres, pero no los hacía, fue allí donde comencé a hacerlos, y ella los vendía. Poco a poco surgió la idea de crear nuestro emprendimiento ella me hace propuestas y yo las coloco al horno.
Entre los dos hacíamos las estructura de costos, según nuestros conocimientos, ahora sumamos lo aprendido en el programa de emprendimiento de Academia Copec.