Mi nombre es Soledad Pérez Fuenzalida y resido en la comuna de Quintero, en la quinta región. En 2018, decidí emprender un proyecto que combinara mis intereses personales con una necesidad en la comunidad. Alquilé una casa con la intención de aprovecharla de manera más efectiva. Durante los fines de semana, la casa estaba disponible para eventos, pero permanecía vacía durante la semana. Fue entonces cuando nació la idea de convertirla en una guardería.
Desde el principio, comprendí la importancia de regularizar la situación para garantizar la seguridad y la calidad del servicio. Me dirigí a la municipalidad en busca de orientación, donde me explicaron los requisitos necesarios para establecer la guardería. Descubrí que la casa debía ser clasificada como comercial para obtener la patente correspondiente. A medida que avanzaba en el proceso, me di cuenta de que no solo quería ofrecer un servicio de guardería convencional; deseaba crear algo más significativo. Así, decidí colaborar con una psicopedagoga para desarrollar un programa de apoyo escolar. Nuestro objetivo era ayudar a los niños con dificultades académicas a prepararse para sus exámenes libres, abarcando desde 1° hasta 8° básico.
Lo más gratificante ha sido abrir nuestras puertas a todos los niños, independientemente de sus capacidades o necesidades especiales. Con el tiempo, hemos acogido a muchos pequeños que enfrentan diversos desafíos en su aprendizaje. Nuestro enfoque inclusivo nos ha permitido marcar una diferencia significativa en la comunidad. Hoy en día, seguimos trabajando con dedicación, ofreciendo nuestro apoyo durante todo el año. Ver el progreso y desarrollo de cada niño nos impulsa a seguir adelante, sabiendo que estamos contribuyendo positivamente a sus vidas y futuros académicos.